Alfredo Lefebvre y la ciencia ficción penquista.

Por Cristian Cisternas Cruz

Alfredo Lefebvre Robledo llegó a la Universidad de Concepción en los años 50. En la anterior  y comenzando esta década, escribe y publica prolijos estudios de poesía, teatro y crónicas literarias. Ya en el 58 coordina junto a Gonzalo Rojas, Juan Loveluck, Luis Muñoz y Gastón von den Busche el Primer encuentro de escritores. Luego vendrán las recordadas Escuelas de Verano; del 60, con Ginsberg y la del 62, con Linus Pauling y Alejo Carpentier. Los encuentros de escritores continúan y aparece el Lefebvre de ciencia ficción. Junto a él, cantan Hugo Correa y Fernando Alegría. En la UdeC, Lefebvre pronuncia una conferencia sobre platillos voladores y vida extraterrestre. La universidad es para especular e imaginar, afirma. Mientras intenta compilar las obras completas de Gabriela Mistral, empresa que fracasa, le escribe sentidas cartas a Doris Dana para que venga a Concepción a dictar cátedra sobre la maestra de Chile. Tampoco resulta: "se llenan la boca con ella" espeta, nadie lo apoya, garabatea al mundo y le confiesa que le encantaría ver algún disco volante con ella,  a orillas del Bío-bio. Lo postulan a premio municipal y el premio queda desierto. Sin embargo sueña con ovnis en el siglo de oro y viaja a Madrid a estudiar por un año la literatura del XVI y XVII español. Busca faunas extraordinarias, naves voladoras y vida extraterrestre en el que es considerado el primer estudio de literatura de ciencia ficción hispana: "Los españoles van a otro mundo" (Pomaire, 1968). Son años de cohetería y de velcro cosmonáutico.  Mientras reside en España gana el Premio municipal de Arte penquista. Hay reconocimiento y alegría, lo sabemos por la carta que es leída en ausencia. En los setenta, las Escuelas decaen y Lefebvre ve desaparecer de a poco a la generación que le acompañó en los días de la escuela de literatura más importante del mundo en español, aquella que como dijo Carlos Fuentes, fue el germen del Boom latinoamericano. Pierde a su madre y recae en el alcohol. Lefebvre se quitó la vida en 1972. Lo despidieron en la Capilla Universitaria con un discurso de Luis Muñoz. A su adiós, asisten jóvenes discípulos como Gilberto Triviños, quien obtendrá el mismo Premio Municipal años después. 

 Alfredo Lefbvre publicó:

"Poetas chilenos contemporáneos : breve antología." Santiago, Chile : Zig-Zag, 1945.

"La infabilidad del poeta."Santiago : Universidad de Chile, 1946.

"La poesía del capitán Aldana (1537-1578)." Concepción : Universidad de Concepción, 1953.

" El teatro de Moratín ; El sí de las niñas ; La mojigata / introducción, análisis dramático y notas por Alfredo Lefebvre."Santiago, Chile : Universitaria, 1958.

"Poesía española y chilena : análisis e interpretación de textos." Santiago : Del Pacífico, 1958.

"Artículos de malas costumbres". Santiago: Universitaria, 1961.

"La fama en el teatro de Lope: un aspecto de la elaboración dramática". Madrid: Taurus, 1962.

"Los españoles van a otro mundo." Pomaire, 1968.