Rayen Quitral y el bermejo del Führer



Por Cristian Cisternas Cruz


Como en el río del tiempo de Heráclito, nuestro Bío-bio, en otros días, pudo escuchar la altísima voz de la soprano Mapuche Rayen Quitral. Tal a una sirena , cuyo canto es errancia y  música por venir, la oímos atrás de las mesas amarmoladas del café Palet. La oímos entre caobas y una dama en dibujo, que invitaba a beber el té con palos de Jacob. En este lugar de encuentro, escuchamos también a poetas como Dolores Pincheira o Ignacio Verdugo Cavada. Quizá aquí, figuraron sus novelas Luis Durand o Daniel Belmar, entre brumas y túneles morados. Los cronistas narran que las conversaciones señalaban a Dostoiewsky,  a Anatole France, tanto como a Neruda y a Mistral. Es aquí también donde Quitral cantó su melodía más distinguida: "El copihue rojo", tonada que provenía de los versos del mismo Verdugo Cavada y que dio fama cosmopolita a la soprano. Otro escenario de terciopelo fue para ella el Carnegie Hall de Nueva York. En Londres , como diría Avital Ronell, Quitral fue laureada como"Reina de la noche" del afamado Covent Garden. En lengua Mapuchezungún, copihue deviene de colú, que dignifica el bermejo. Una leyenda, recuerda que el pehuenche Copih amaba prohibidamente a Hue, mapuche de alma. Sus padres, enemigos de sangre bermeja, vengaron su fastidio matando a cada uno de sus hijos con lanzas hechas de colihue. Del triste ángulo que formaron, cuentan los Mapuche, nació la flor similar al gramófono, en donde vivió el canto alargado de Rayen Quitral. Los extraños torrentes del río la llevaron a cantar frente a Hitler en Alemania, quizá emparentado esto con el arduo bermejo de la sangre entre guerras.

(imagen: memoriachilena.cl)

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